Adicciones
Creer que otro nos salva es antinatural.
Creer que el objeto nos salva es creer que estamos perdidos.
¿Cuando me perdí? Cuando nací. Cuando empecé a ser parte de esta sociedad. Cuando deje de ser para poseer: la teta, la madre, el chupete, el peluche, la muñeca de trapo, las cosas, las personas.
Una niñez de posesiones.
Una adolescencia de pérdidas.
Una adultez de adicciones.
Una vejez de enfermedades.
Todo milimétricamente pensado para fracasar.